David Jiménez: ‘No creo que el periodismo tenga que ser militante de ninguna causa, ni siquiera de las causas más justas como la paz’

El periodista David Jiménez, autor de El director (2019), protagonizó la sexta sesión del ciclo “El Gran Diálogo”, organizado por el Gabinete de Comunicación y Educación de la Universitat Autònoma de Barcelona. La jornada, titulada “El viaje a la paz”, tuvo lugar el pasado miércoles 26 de febrero y fue moderada por el catedrático Santiago Tejedor y la periodista Sasha Molotkova. El evento reunió, además, a docentes, investigadores, estudiantes, periodistas y actores sociales de distintas partes del mundo para reflexionar sobre la importancia de la paz y la urgencia de diálogo.

David Jiménez es un reconocido periodista, escritor y reportero español que ha trabajado en más de treinta países, incluidos Corea del Norte, Siria y Birmania, cubriendo todo tipo de conflictos, revoluciones y desastres naturales. Por ello, es considerado un periodista con alcance e influencia globales.

Como escritor, ha publicado obras que han sido traducidas a media docena de idiomas y que incluyen el bestsellerEl director (2019), sus memorias sobre el año que dirigió el diario El Mundo. También ha publicado Hijos del monzón (2007), que fue galardonado con el Premio Internacional de Literatura de Viajes Camino del Cid; El lugar más feliz del mundo (2013) y El botones de Kabul (2010), esta última inspirada en su cobertura del conflicto afgano. En la actualidad, se dedica también a crear contenido para su canal de YouTube, en el que trata de “contar la realidad de manera honesta, con independencia y con criterio” a sus más de 100.000 suscriptores. 

Durante esta sesión de ‘El Gran Diálogo’, el autor compartió varias reflexiones acerca del poder y el deber del ejercicio periodístico, la cobertura de guerra y la competencia entre los medios tradicionales y las nuevas plataformas. A continuación, os dejamos algunas de ellas:

“Yo creo que el periodismo está lleno de victorias -pocas- y de derrotas, y yo las he sufrido de las dos. No soy tan vanidoso como para pensar que mi trabajo haya detenido guerras, pero ha habido conflictos y situaciones concretas donde, de repente, has llegado a una aldea, has contado una situación desesperada y eso ha servido para que las personas que pueden hacer algo y tener un impacto: gobiernos, ejército, ONGs… hayan actuado y hayan podido ayudar”.

“Yo no creo que el periodismo tenga que ser militante de ninguna causa, ni siquiera de las causas más justas como la paz. Creo que lo que tenemos que hacer es reflejar la realidad y con esa realidad, creo que ya estamos trabajando por alcanzar la paz”.

“No hay nadie que desee más la paz que aquellos que han conocido la guerra de cerca. Uno de los problemas que tenemos, para mí, es que las guerras las hacen líderes políticos que nunca han estado en ellas y deciden enviar a chavales muy jóvenes a matarse desde despachos muy confortables que están a miles de kilómetros de donde está ocurriendo. Creo que habría menos guerras si esos políticos fueran al frente y vieran realmente lo que está pasando. Y en el caso del periodismo, me ocurre un poco lo mismo. Creo que el periodismo es pacifista, sobre todo cuando va a los conflictos y ve la realidad”.

“Se dice mucho esto de que a los jóvenes no les interesa lo que está pasando. Yo creo que es mentira, que sí les interesa. Lo que pasa es que muchos de esos jóvenes no van a ir a un periódico tradicional, no van a ir al noticiario de televisión. Ellos se están informando en forma podcast, en streaming, de otra manera… Entonces, los periodistas que somos un poco más veteranos tenemos dos opciones: negar esa realidad y seguir haciendo periodismo solo en las plataformas que nos interesan o ir allí donde está la audiencia joven”.

“Yo creo que, a mí, el viaje -son ya muchos años de viajes- me ha hecho más tolerante, me ha hecho más humilde, me ha hecho comprender lo poquita cosa que uno es en el mundo y que las personas somos mucho más parecidas de lo que parece; que cuando nos quitas el envoltorio, en realidad, en lo que es el core del espíritu humano, nos parecemos, vivamos en Ucrania, en España o en China”.

“Yo creo que la discrepancia es estupenda, pero si lo mantenemos dentro de un tono civilizado, si damos voz a aquellos con los que no estamos de acuerdo. Si nos abrimos a la posibilidad de que, oye, los otros tengan sus razones, yo creo que ahí podemos contribuir a mejorar la situación”.

“Uno puede ser periodista, pero antes es persona y hay veces que ves cosas que son difíciles de soportar y tú estás ahí para contarlas y recogerlas. Pero tienes muchas veces la urgencia, la necesidad de hacer más. Yo reconozco que ha habido situaciones en las que he hecho más. Hay otras situaciones, sin embargo, donde tu intervención no va a aportar nada más que que te maten. Durante los conflictos especialmente”.

“Las personas somos complejas. Como digo en El lugar más feliz del mundo, no somos nunca absoluta claridad, ni tampoco total oscuridad. Somos más bien bruma. Y el oficio del periodista, muchas veces, es adentrarse en la bruma y aclarar para ver qué es lo que hay ahí”.

“Para mí el problema es que hemos sido bombardeados con tantas imágenes de dolor, de guerra, de conflicto, que mi temor no es tanto que no estemos preparados (para asimilarlas), sino que nos estemos preparando mediante la indiferencia. Me preocupa la anestesia generalizada que veo frente al dolor ajeno y que nos hagamos más insensibles hacia conflictos lejanos con los cuales no acabamos de empatizar. Y ahí es donde yo creo que el periodista tiene una labor fundamental: la de trasladar esa tragedia, sin sensacionalismo, pero de una manera que llegue a gente que no lo está viviendo”.

“Una de las cosas que he aprendido es que el miedo es, quizá, el elemento del carácter humano que más nos marca. Creo que bajo el miedo es cuando las personas demuestran quiénes son realmente. Por miedo cometemos los peores crímenes y abusos. Porque nos sentimos amenazados o porque tenemos miedo al otro y eso degenera en odio. Y de la misma manera, he visto como la gente superaba el miedo para sacar dignidad, coraje y humanidad en las situaciones más difíciles”.

“Pocas cosas han hecho tanto daño al periodismo como las ataduras a intereses que no son los de los ciudadanos, que son de empresas y son de partidos políticos y que son del poder. Y creo que eso es lo que ha hecho que muchísima gente hoy no confíe en el periodismo. Creo que para recuperar esa confianza debemos dar un paso adelante y recuperar nuestra independencia, nuestro orgullo como periodistas; para volver a ser los que denunciamos los abusos del poder, para volver a ser los que defendemos los intereses de los ciudadanos, para ser aquellos que cuando hay una amenaza hacia el sistema democrático, también lo denunciamos”.

El Gabinete de Comunicación y de Educación es un grupo consolidado y especializado en la investigación y divulgación científica, que pertenece al Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la UAB. Reconocido por AGAUR (Agència de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca) de la Generalitat de Catalunya como Grupo de Investigación Consolidado en función de su trayectoria, proyección y desarrollo, desarrolla proyectos e investigaciones en el terreno de convergencia entre la comunicación y la educación. Desde su creación, ha desarrollado iniciativas destinadas a integrar, con conciencia y libertad, las tecnologías de la comunicación en la denominada sociedad global o del conocimiento. Bajo la dirección de Santiago Tejedor, el Gabinete organiza diferentes másteres propios, como el Máster en Periodismo de Viajes (presencial y online), el Máster de Comunicación y Educación, el Máster de Comunicación del Medioambiente y el Máster en Gestión de la Comunicación Política y Electoral. El grupo posee una colección de publicaciones, en forma de artículos científicos, libros y capítulos de libro, y otros trabajos, muy amplia y variada que se renueva constantemente. Además, cuenta con un laboratorio de proyectos de innovación docente, transferencia y nuevos formatos que se conciben y desarrollan desde una perspectiva basada en la creatividad y el trabajo multidisciplinar. El Gabinete organiza cada año una expedición académica que recorre el mundo con estudiantes de diferentes universidades y carreras. Se trata de la Expedición Tahina-Can que ha sido premiada como mejor proyecto educativo de España. Además, cuenta con el portal Tu Aventura, la plataforma educativa InfoEDU y el proyecto de newsgames y ciencia Reporteros de la Ciencia.

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