Tahina-Can cuenta sus experiencias más enriquecedoras en tierra tailandesa
El conocimiento del budismo y sus rituales, la gastronomía tailandesa, la convivencia con tribus locales y las ceremonias al borde del río Ping cuentan entre las experiencias más enriquecedoras que ha vivido la expedición Tahina-Can en Tailandia. Los expedicionarios han compartido algunos de los momentos más importantes del viaje en la web de la expedición. Entre otras experiencias en la ciudad de Chiang Mai, los expedicionarios destacan una velada especial de combates de muay thai, originarios de Tailandia. "Varias parejas de hombres, mujeres e incluso niños pelean con piernas y brazos en un peculiar ring rodeado e tiendas y bares. La pelea final enfrentó a una luchadora autóctona contra una extranjera".
El pasado domingo los expedicionarios viajaron en camionetas desde Chiang Mai hacia la selva tailandesa, para convivir con dos aldeas durante tres días y dos noches: las tribus Karen y Lahu. "Sin ninguna duda la mejor parte de la expedición al llamado país de las sonrisas ha sido la completa evasión que hemos experimentado durante dos días en las selvas de Mae Taeng (...) Una gran oportunidad de aprendizaje que hemos exprimido al máximo. Hemos vuelto llenos de fascinación y emoción por todo lo que hemos visto: Hemos conocido la tolerancia, la generosidad, la amabilidad y el respeto", afirma en un artículo la expedicionaria Clara Esparza.
"Durmiendo en camas en el suelo, envueltos en mosquiteras y a cinco grados bajo cero por las noches, haciendo nuestras necesidades en agujeros y subiendo montañas para poder ir de una habitación a otra. Quitándonos los zapatos cada vez que queremos entrar en algún lugar con techo -porque forma parte de sus costumbres- reuniéndonos alrededor de la hoguera cada noche para cantar canciones y aplaudirles mientras nos hacen algún baile folklórico, bailar con ellos, ver cómo se ríen de nuestra manera de hablar y preguntarles cómo se dice “I love you” en su idioma", continúa Clara.
Fotos: Núria Sánchez y Lucía Cornejo