ONU Mujeres recuerda la importancia de invertir en igualdad para superar las desigualdades en el Día Internacional de las Mujeres

El Día Internacional de las Mujeres se celebra hoy, 8 de marzo, con el foco en la desigualdad económica. ONU Mujeres, el organismo internacional que organiza las campañas de igualdad  anualmente, realza la necesidad de aumentar el gasto público para alcanzar la igualdad de género. El lema de este 2024 es “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso” y se acompaña de la etiqueta #InvertirEnMujeres.

La ONU apunta a una “alarmante falta de financiamiento” para la igualdad de género. La cuantifica en un déficit anual de 360.000 millones de dólares. Para solventar esta situación, menciona las cinco áreas que deben activarse: la inversión monetaria, el fin de la pobreza, el financiamiento transformador, el apoyo a las asociaciones feministas ya existentes y el desarrollo sostenible.

Así pues y, en primer lugar, desde la organización internacional lamentan que el tiempo es limitado y que la inversión en las mujeres debe ser inminente. La sitúan como un pilar básico de los derechos humanos y las sociedades inclusivas.

La pobreza es el segundo eje de acción que proponen. El organismo calcula que 75 millones de personas están en situación de pobreza severa desde el 2020. Las causas que se atribuyen son la pandemia de la Covid-19, los conflictos geopolíticos, las crisis económicas y los desastres climáticos. Las previsiones apuntan que 342 millones de mujeres y niñas podrían entrar en pobreza en 2030. Con estos enunciados, los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecen que hacen falta 360.000 millones de dólares (USD) adicionales al año para conseguir la igualdad de género en los países en desarrollo.

Diversas entidades, ONG, instituciones y otras formas de asociarse trabajan con el punto de mira en el feminismo. ONU Mujeres reivindica las labores que ejercen y que se les aumente la ayuda oficial para el desarrollo, que actualmente es del 0,13 %.

Así pues, el fin de esta situación pasa, en primera instancia, por el gasto público. Una reducción del gasto público implica una disminución de los servicios públicos esenciales, de la protección social y de las políticas de cuidados. En cambio, si se incrementa, se podrá apostar por el desarrollo sostenible y la sociedad del cuidado; favorecerá al medioambiente, a la sostenibilidad y a la voz de las mujeres.

Los recursos, el trabajo, el tiempo, la seguridad y los derechos; factores que favorecen el empoderamiento económico de las mujeres

ONU Mujeres establece que una gran diversidad de aspectos determina el empoderamiento económico de las mujeres. Los principales son los recursos, el trabajo, el tiempo, la seguridad y los derechos humanos.

En primer lugar, hacen falta recursos financieros para romper la brecha de crédito con la que se encuentran las mujeres que emprenden una micro, pequeña o mediana empresa. Es decir, se cuantifica que el déficit de financiación de los negocios liderados por mujeres llega a 1,7 billones de dólares. La resolución de esta problemática incrementaría un 12 % sus ingresos anuales en 2030.

En términos de recursos no monetarios, las mujeres se enfrentan a más dificultades para adquirir tierra, información, tecnología -sobre todo, Internet- y recursos naturales. Se concibe que los hombres tienen más facilidad para tener la propiedad o el derecho sobre tierras agrícolas, aunque muchos de los trabajadores son mujeres.

El segundo eje imprescindible es el trabajo productivo y en condiciones de dignidad, seguridad, libertad y equidad. Esto permite a las mujeres tener más capacidad de acción y ejercer sus derechos. Los datos, aún hoy en día, van en la dirección contraria: el 60 % de los empleos de las mujeres se basa en la economía informal. Una cifra que llega hasta el 90 % en países en desarrollo. Las medidas clave para repercutir esta situación son la igual remuneración, el acceso a servicios de cuidados y la transparencia salarial. Otra de las cuestiones a fomentar es la participación en ámbitos masculinizados, como la tecnología, la ingeniería y la ciencia. La erradicación de las desigualdades en el empleo podría incrementar el PIB mundial en un 20 %.

El tiempo que destinan al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado se triplica en relación con los hombres. De hecho, se contabilizan las tareas de la mujer en estos ámbitos con en una cantidad de 10,8 billones de dólares anuales. Esto reduce el tiempo de ocio, educación, acceso al trabajo remunerado, vida pública y descanso.

La seguridad es otro de los pilares para conseguir una sociedad igualitaria. Violencia de género, conflictos, falta de protección social e inseguridad alimentaria son algunos de los factores que, según ONU Mujeres, afectan a la seguridad de las mujeres. En relación con la economía, las violencias que se dan más son las que ocurren en el lugar o en el trabajo. El coste que estas generan es de, mínimo, 1,5 billones de dólares, lo que equivale al 2 % del PIB mundial. La inseguridad es, además, un factor que deriva en pobreza y privación de derechos.

Finalmente, la organización internacional enfatiza los derechos humanos: “Las mujeres solo tienen el 64 % de los derechos legales de los que disfrutan los hombres”. Revertir la situación pasa por aprobar leyes y políticas que reviertan aquellas legislaciones que discriminan. Además, también cabe tener en cuenta el empoderamiento económico, ya que también es un derecho humano. La solución, según ONU Mujeres, pasaría por la creación de mecanismos de rendición de cuentas para velar porque las mujeres tengan el mismo altavoz que los hombres en aquellos lugares donde se toman decisiones.

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