Entrevista a Lucía Sanagustín: autora del libro Nisa' Amán contado por ellas

Lucía Sanagustín, periodista española y apasionada por los viajes, publica Nisa’ Amán contado por ellas, un libro que retrata la vida en Jordania a través de las historias de cuatro mujeres y que narra la experiencia de la autora durante los meses que estuvo allí. A continuación la entrevista que le concedió al Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona:

  1. ¿Por qué un título extraño en español, Nisa’?

Nisa’ quiere decir mujeres en árabe. El singular de mujeres es Embra’. Cuando estudiaba árabe me resultó curioso que no tuvieran nada que ver el singular con el plural, al tratarse de un plural irregular.  Dado que las protagonistas del libro son cuatro mujeres y durante mi estancia estudié la lengua, creí que resumía la esencia de mis meses en Jordania. 

  1. Tu libro está publicado en una colección de periodismo de viajes, pero al leerlo, nos deja con algunas incertidumbres sobre su género. ¿A qué genero pertenece? ¿Es un reportaje o contiene elementos de ficción? ¿Es periodismo o literatura? Y, finalmente, aunque trate de Jordania o, mejor dicho de Amman, no parece del todo un libro de viajes.

Es complicado saber con exactitud en qué género catalogar un libro dado que los límites son extensos. Nisa’ Amán contado por ellas relata mi experiencia viviendo en Jordania durante unos meses. A pesar de estar escrito en primera persona, las protagonistas son cuatro mujeres y eso puede dar a entender que es un libro de ficción o un relato de vidas. Sin embargo, son ellas, quienes a través de sus experiencias reales, nos descubren las costumbres, la cultura y la forma de vivir en un país del que se habla poco en los medios de comunicación.

Con este libro el lector se hace una idea de cómo es la ciudad de Amán y los lugares clave del país a través de las narraciones de las protagonistas y la mía propia.

Las mujeres, y la autora, hablan de la transformación de los barrios de su ciudad, de la historia de Jordania, de la comida típica o de las relaciones personales a través de sus propias experiencias vitales. A pesar de estar escrito con una mirada personal, el lector puede sentirse atraído por el país y despertar una curiosidad hacia él que lo anime a viajar. Por ello el libro se puede catalogar como literatura de viajes. Aunque, probablemente, sea muchas más cosas.

Del mismo modo, es complicado encontrar el límite entre periodismo y literatura. Nisa’ Amán contado por ellas no es un libro estrictamente periodístico lleno de números, datos objetivos y estructurado de forma piramidal (contando en primer lugar lo más importante). Sin embargo, podría entenderse como una larga crónica literaria que narra situaciones que ocurrieron, las recrea, las interpreta y describe sus atmósferas.

  1. Mujeres en Ammán, leído desde Occidente y, concretamente, desde España, ¿qué sentido tiene? ¿Qué se puede aprender de estas mujeres de Amman desde nuestro país?

En el libro hablo de cuatro mujeres porque mi condición de mujer me facilitó relacionarme con ellas. A medida que las conocí, me di cuenta de que existe un pensamiento general en occidente: el de esperar muy poco de una mujer musulmana. En el imaginario colectivo existe esa idea de que una mujer con pañuelo no es capaz de conseguir ciertas cosas (trabajar o ser independiente y exitosa en su trabajo).

Yo misma me di cuenta al conocer a Nariman, a Salma, a Dalia y a Nour, de que sus emociones, sus preocupaciones y sus ambiciones son las mismas que las de cualquier otra mujer del mundo. Por eso, el lector o lectora, puede llegar a sentirse identificada con algunas de ellas a pesar de vivir a miles de quilómetros

  1. Palestina parece ser un tema constante del libro. ¿Qué representa para las protagonistas?

Durante las guerras árabes-israelíes más cruentas (1948 y 1967), una oleada de palestinos huyó de sus tierras y se refugió en países vecinos. En Jordania entraron unos dos millones. Con los años -a pesar de que algunos siguen siendo refugiados- muchos consiguieron la nacionalidad jordana. Dado que las restricciones de Israel no deja que vuelvan a sus tierras, un porcentaje actual elevadísimo de jordanos es de origen palestino.  Los jordanos-palestinos ven Jerusalén y Cisjordania como su tierra ocupada por Israel, y todos esperan recuperar su país algún día. Incluso las nuevas generaciones de Jordanos -hijos de palestinos- reclaman sus tierras a pesar de no haber estado nunca ahí.

  1. ¿Podrías describir brevemente qué representa cada una de las protagonistas de tu libro?

Nariman representa la fuerza de la juventud por descubrir, avanzar, aprender y trabajar por mejorar el país en el que vivimos.

Salma es el pasado de una mujer que vivió bajo las restricciones de un país dominado por la guerra y regido por hombres, y que ahora se desvive por que su hija consiga lo que ella no pudo hacer: vivir de forma independiente y  realizarse profesionalmente.

Salma, de origen Iraquí y de familia culta y adinerada,  decidió ceder su suculento puesto de trabajo a su marido. Así sentenció su dependencia económica pero, al mismo tiempo, su alto nivel de vida, le ha  permitido disponer de tiempo para vivir envuelta en caprichos.

Nour es la más joven de las cuatro. Tiene solo 9 años y representa el futuro de Jordania.

  1. España vive un movimiento feminista pujante. Y desde aquí muchas de las normas que las mujeres de Amman parecen aceptar se considerarían imposiciones insoportables en nuestras latitudes. Sin embargo, la imagen que parece ofrecer tu libro es de una cierta satisfacción de las protagonistas con el papel social que juegan. ¿Es así en todos los casos? O ¿hay contradicciones?

La realidad que vive una mujer en un país musulmán como Jordania y la que vivimos las mujeres en España, no es la misma. Sin embargo, a diferencia de otros países musulmanes como Arabia Saudí, las mujeres en Jordania tienen ciertos derechos equiparables a occidente -estudian, trabajan, conducen…-. Jordania, de hecho, es uno de los países musulmanes más modernos. Aún así, sigue siendo un país patriarcal donde la mujer ocupa un lugar secundario. Su papel se relega, en gran parte, a la familia. Solo hay que ver, por ejemplo, quién regenta un negocio. La mayoría de las veces son hombres.

Dalia, por ejemplo, es una mujer con una buena posición social y, hasta cierto punto, liberada. No obstante, se queja de que la situación de la mujer no es equitativa cuando al fallecer sus padres no recibe la misma herencia que sus hermanos. Su amiga Fátima, periodista y trabajadora, y con grandes ambiciones profesionales, vive junto a un marido que le exige que vista de una manera determinada.

Sin embargo, el libro no pretende caer en la imagen de mujer oprimida que se suele tener en Occidente sobre las mujeres árabes. Las cuatro protagonistas del libro son mujeres, muy distintas, y que viven dentro de su sociedad, felices, con ilusiones e inquietudes. Y todas luchan por encontrar un espacio vital en la sociedad que les ha tocado vivir. 

  1. David Jiménez en su prólogo del libro, dice que practicas un periodismo con tiempo, con tranquilidad. Y que este tipo de periodismo está en desuso. ¿Es así? O ¿se puede recuperar una forma de hacer periodismo sosegada? En todo caso, tú eres reportera de televisión y estás acostumbrada a reportajes y directos muy breves, forzados por la escasez de tiempo. ¿Qué contradicciones o contrastes vives al practicar estos dos tipos de periodismo?

David Jiménez es certero cuando asegura que el “periodismo con tiempo” está desapareciendo. Los medios de comunicación piden mucha información en poco tiempo para tener le exclusiva. Cuando mi carrera profesional comenzó, ese periodismo rápido ya estaba instaurado. Desconozco cómo es trabajar en un medio en el que el tiempo sea requisito indispensable para que una historia se cuente bien.

Sin embargo, al escribir este libro, me he dado cuenta de que tener tiempo es indispensable para contar una historia con cuidado y con cariño.

Será difícil recuperar esa práctica pero poco a poco hay periodistas y lectores que exigen artículos de calidad y no de rapidez

  1. ¿Qué diferencia aprecias entre el periodismo audiovisual y el escrito, tras la experiencia de haber escrito un libro como Nisa'?

En el periodismo audiovisual prima mucho que la imagen tenga impacto, que sorprenda y enganche al espectador. En televisión una historia es doblemente buena si la imagen que la acompaña también lo es. Además, el trabajo en ciertos programas de televisión es frenético y nervioso, lo que impide que se profundice o se investigue sobre el tema. Solo algunos programas permiten el sosiego que necesita un documental, un reportaje o una historia.

El periodismo escrito también exige un ritmo rápido, sin embargo, aquí la imagen no importa. Un buen reportaje escrito depende de la historia y de la habilidad del periodista. La escritura permite licencias literarias que hacen que el relato sea más atractivo sin la necesidad de una imagen potente.

Un libro en cambio, solo a veces tiene fechas límites de entrega o estrictas premisas sobre el guion. Esa es una de las grandes diferencias: el tiempo. Del mismo modo, la historia se puede contar de muchas formas distintas, por eso, una vez más, será la destreza del escritor lo que la haga atractiva.

  1. Parece que estemos viviendo una eclosión de libros de periodismo que se alejan del periodismo de actualidad que se practica. Y parece ser que hay una generación de periodistas jóvenes que se sienten muy identificados con este tipo de periodismo. ¿Es así? ¿Estamos ante un fenómeno generacional? ¿Ante una necesidad de cierto público?

La literatura de viajes, durante mucho tiempo, ha estado ligada a grandes escritores y aventureros como Robert Louis Stevenson, Bruce Chatwin, Ryszard Kapuscinski, etc.  Y si pensamos en alguien más actual recordaremos al escritor y viajero Javier Reverte. Ellos son solo un ejemplo de algunos escritores inquietos y trotamundos que se aventuraron en su tiempo a recorrer el globo para contárselo a los demás. Eran pocos y sus vidas se antojaban sorprendentes pero lejanas e inaccesibles a ojos de los lectores.

Hoy en día, sin embargo, los periodistas o valientes que deciden explorar el mundo y escribir sobre él han proliferado. Si rebuscamos en internet daremos rápidamente con periodistas como Xavier Aldekoa, Lynsey Addario, David Jiménez, Lola Hierro, Olga Rodríguez… entre muchos otros. Actualmente es más sencillo que lo escritores se vayan y vuelvan con la maleta llena de experiencias; coger un avión es fácil y relativamente barato. También las redes sociales son una plataforma para dar a conocer un proyecto en tiempo récord. La sencillez para moverse e Internet son algunos de los factores clave que han facilitado que las personas descubran, explores y escriban y el público lea. Los lectores, por su parte, también han recorrido mundo y quieren seguir haciéndolo, así que la literatura de viajes es una fuente de conocimiento y una manera de abrir el apetito del turista y viajero.

Es cierto que el periodismo fragmentado abruma y actualmente existe una demanda de historias sosegadas, de investigación y que contextualicen el mundo en el que vivimos. Por parte del periodista y del lector.

  1. Finalmente, ¿cuál va a ser tu próximo libro? ¿En qué estás trabajando?

Me ha encantado escribir el libro. Ha sido un reto personal e intelectual. He aprendido a estructurar, a documentarme y a plasmar una historia de manera atractiva. Espero que haya más, aunque de momento empezamos con Nisa’ Amán contado por ellas.

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