El marqués y la esvástica

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Veterano corresponsal de guerra de La Vanguardia, Plàcid Garcia-Planas junto a la ensayista y traductora alemana, Rosa Sala Rose, lanzan su último ensayo, El marqués y la esvástica. Se trata de un relato sobre la leyenda del periodista y escritor César González-Ruano en el París de la ocupación nazi.

La obra es el resultado de un arduo trabajo de investigación en el que los autores han viajado a ocho países y visitado una veintena de archivos, además de recoger numerosos testimonios y recorrer los lugares por los que pasó el célebre personaje del libro, "el marqués de Cagigal". Plàcid Garcia-Planas (Sabadell, 1962) es reportero de la sección internacional de La Vanguardia, y como corresponsal ha cubierto los conflictos del Golfo Pérsico, Líbano, Israel, Palestina, Afganistán y Libia, entre otras.

 

Ficha del libro

Autores: Plàcid Garcia-Planas y Rosa Sala Rose

Colección: Crónicas

Número de páginas: 512

ISBN: 9788433926029

PVP + IVA: 24,90 €

Formato papel: rústica

Fecha de publicación: Marzo, 2014

 

 

Sinopsis:

El 10 de junio de 1942 empezó un enigma que planearía sobre el Madrid literario de la posguerra hasta nuestros días: esa tarde, en el París ocupado, la Gestapo detuvo a César González-Ruano (1903-1965), periodista español y aspirante a marqués. ¿Por qué lo encerró en la cárcel militar de Cherche-Midi durante setenta y ocho días? ¿Por qué interrogó, con simulación de fusilamiento, a un hombre que desde 1933 había cantado las excelencias de la esvástica? «No fue por robar relojes, claro está», escribió Ruano en sus memorias, donde merodea como un zorro por la verdad sin hincarle nunca el diente. «La verdad, la verdad pura, apenas sirve para nada», anotaría en su diario íntimo. ¿De qué lo acusaron los nazis? ¿Por qué nunca lo confesó? ¿Tal vez porque la verdad «apenas sirve para nada»?

Ruano había llegado a París dos años antes, alcoholizado, y por primera vez en su vida dejó de escribir y trabajar. ¿De dónde sacaba el dinero para tanto viaje y tanto champán? Cruzó como un pícaro del Siglo de Oro la Europa más oscura del siglo XX, y lo más inquietante no es lo que hizo, sino la cantidad de gente que hizo lo mismo que él. Españoles turbios en el París ocupado, de derechas e izquierdas, ciudadanos de un régimen amigo de Berlín en la antesala de Auschwitz.

Son muchos los periodistas, poetas y editores que han apuntado la gran sospecha: en París, Ruano se habría lucrado engañando y robando a judíos desesperados. Se rumoreaba en El Chiringuito de Sitges, donde se escondió huyendo de la Resistencia francesa. Se lo comentaban unos a otros entre las tazas del Café Gijón. Hubo quien lo relacionó con otra sospecha todavía más negra: la matanza y expolio de judíos que huían por Andorra. Pero no había una sola prueba. Y Ruano, con sus medios silencios, gozaba en secreto de su intrigante leyenda. «París en plena ocupación era más divertido que dramático», recordaba. ¿Qué hizo él en ese París tan «divertido»?

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