Contribuir a la escuela creativa: una tarea esencial en el Máster en Comunicación y Educación

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El concepto de clase creativa alude un ecosistema de aprendizaje donde las tic sirven de base para interactuar con el conocimiento y con los otros miembros de la clase. De esta manera, pretende derribar los muros del aula tradicional para crear un entorno nuevo, no localizado, de interacción educativa.

Esta es una de las tareas fundamentales del Máster en Comunicación y Educación: preparar a sus estudiantes para desarrollar procesos críticos y activos de producción de conocimiento con el apoyo de las plataformas mediáticas y digitales.  

Las clases están enfocadas a la creación de competencias, es decir, desarrollan la capacidad de los alumnos para utilizar el conocimiento (más allá de su simple adquisición), y para ello crean un espacio activo de producción y aprendizaje.

Esta instancia, que no es más que la aplicación de prácticas pedagógicas innovadoras, tiene en cuenta aspectos como la infraestructura, el contenido del curriculum, la evaluación, las prácticas de aprendizaje, las prácticas docentes, la organización, el liderazgo y los valores y la conectividad.

Todas estas dimensiones funcionan coordinadamente en aras de hacer de la práctica pedagógica un proceso creativo donde los estudiantes pueden aprender de acuerdo a sus capacidades y características.

En el Máster de Comunicación y Educación se plantea la clase creativa como un horizonte hacia el que se debe ir encaminar el sistema educativo. A través de pequeñas prácticas, que se están llevando ya a cabo en algunos colegios como la Escuela Montserrat, la Lampton School o la Steve Jobs School, puede continuar expandiéndose este modelo, más acorde con los entornos tecnológicos en los que viven muchos estudiantes de hoy. 

Actualmente se encuentra abierta la preinscripción al máster para el curso 2014-2015 (octubre y enero), en su modalidad online y presencial.

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